Buenos Aires, n. 1992

REFLEXIÓN: Dos hechos fueron importantes en mi vida para comprender la unidad del universo, representada en la naturaleza como el grado inferior de la voluntad total: la lectura de El mundo como voluntad y representación y de Sobre la voluntad en la naturaleza, ambos de Arthur Schopenhauer. A esto se sumaron mis estudios en la práctica de los árboles bonsái, una disciplina que tomé para aprender y descubrir la cultura japonesa de un modo que no lograba aprehender solo a través de los datos históricos. Desde entonces cultivo más de treinta plantas de diversos tipos, pero en especial árboles, ya que son estos los que se utilizan para el bonsái: una práctica que combina belleza y espiritualidad. Fue a través de estos conocimientos que la profundidad de la existencia interrelacionada se me reveló: la esencia de los entes naturales y de las acciones de la naturaleza. Estas raíces disecadas son, entonces, los restos de aquellos proyectos de bonsái que no lograron sobrevivir.